domingo, 20 de junio de 2010

Las botellas imposibles de Harry Eng

Un día cualquiera, de un mes desconocido, durante un año indeterminado de la década de los '80 del siglo pasado, un turista norteamericano llamado Harry Eng (imagen de la derecha) se encontraba en Londres disfrutando de unos días de vacaciones. Entre muchas otras actividades, ese día planeaba visitar el Museo del Puzzle de la ciudad. Los objetos que allí pudo ver le impresionaron tanto, que esa misma noche se propuso intentar reproducir alguno de ellos. Después de cenar con unos amigos, se subió a la habitación del hotel la botella vacía de vino que acababan de consumir. A la mañana siguiente, cuando se reencontró con los amigos, éstos no podían creer lo que veían: Harry había introducido en el interior de la botella el menú del restaturante, un paquete de cerillas y una baraja de cartas, siendo ésta su primera botella imposible. Cuando los amigos le preguntaron cómo lo había conseguido, sólo confesó haber empleado un lápiz y unas gomas elásticas a modo de improvisadas herramientas. Evidentemente, también debió hacer uso de su extraordinario ingenio, de su afán por superar cualquier reto mental que se le presentara y de su inquebrantable autoconfianza...

Harry Eng nació en 1932, probablemente en
California, aunque resulta complicado concretar más, en parte debido a su condición de niño adoptado. Durante la mayor parte de su vida residió en La Mesa, ciudad del condado de San Diego, California, junto a su mujer y sus dos hijos. Profesionalmente, fue maestro de escuela primaria, y en sus últimos años, profesor de lógica y pensamiento crítico para estudiantes superdotados. Pero su deslumbrante creatividad, su contagioso entusiasmo hacia el potencial de la mente, su facilidad para transmitir su amor hacia el conocimiento y su ya mencionado extraordinario ingenio, le hicieron destacar también en muchas otras facetas, como la de inventor, creador de autómatas, músico, comunicador o mago aficionado. Aunque quienes le conocieron en persona, destacan por encima de todo lo anterior, su magnético encanto y su generosidad intelectual. "Nadie más mágico que Harry Eng", escribió un reportero tras enterarse de su muerte. Después de lo que he podido conocer sobre él, yo también lo suscribo. (Como siempre, para ver las imágenes con más detalle, clica sobre ellas).

A la izquierda, su primera botella imposible.
A la derecha, su obra THINK (piensa!),
una tabla de
14x12,5x1,8 cm dentro de
una botella de un galón (3,785 litros)

Pero lo que le ha hecho merecedor de ocupar un pequeño hueco en los libros de historia, ha sido su maestría en la creación de botellas imposibles, así como su capacidad de innovación en este arte, estancado desde su invención un siglo atrás en un único motivo: el Barco en la botella. Harry se atrevió con todo tipo de objetos, como barajas de cartas, tijeras, pelotas de golf, de béisbol, de tenis o de ping-pong, bombillas, candados, paquetes de cigarrillos, dados, zapatos, monedas, libros... Llegó un momento que no paraba de recibir encargos para nuevas botellas imposibles. Su generosidad le obligó a hacer frente a todos los que pudo. Solía decirse de él "usted lo nombra, y Harry descubre la forma de meterlo en una botella".

Contenido de las botellas de izquierda a derecha:
Diccionario atornillado y candado.
Texto de Romeo y Julieta apuñalado y vial de veneno.
Diccionario, pelota de tenis, zapatillas de niño y baraja de cartas.

Desde luego, huelga comentar que ninguna de las botellas está manipulada, ni ha sido cortada y posteriormente pegada por ningún sitio. Imaginaréis que, de ser así, no habría pasado a la historia, ni tendría sentido dedicarle una entrada... Todo lo que se puede ver en el interior de las botellas, ha entrado, irremediablemente, a través de su cuello. La inevitable cuestión que surge después de ver algunas de sus creaciones es ¿cómo pudo hacerlo?

Contenido de izquierda a derecha: Cuerda con múltiples nudos.
Tres barajas
atadas. Tijera, baraja atornillada, llave y candado.

Durante la década que, aproximadamente, transcurrió desde aquella visita al Museo del Puzzle de Londres, hasta su fallecimiento el 29 de julio de 1996, se estima que pudo crear más de 600 botellas imposibles. Y a pesar de que se llevó con él a la tumba la mayor parte de sus secretos, cuenta con un respetable número de seguidores que continúan con su labor, manteniéndose fieles a su filosofía, y que han conseguido repetir muchas de sus obras originales. Eso sí, varias botellas siguen manteniendo el secreto de su elaboración, sin que, hasta la fecha, nadie haya sido capaz de duplicarlas. La originalidad de sus creaciones y la extrema complejidad de algunas de ellas, han hecho que Harry Eng esté considerado unánimemente como el maestro de las botellas imposibles, una leyenda de este pequeño universo, lo que ha acabado por convertir sus obras en artículos de coleccionista.

Por cierto, después de echar un vistazo por la galería de productos de los actuales creadores, me he fijado que varios de ellos han introducido en sus botellas imposibles un objeto con el que no me consta que Harry Eng trabajara nunca: el cubo de Rubik. Conocéis mi debilidad por este puzzle, así que entenderéis que añada estas nuevas series de fotos, cuyo denominador común es el Universo Rubik...

Autores de izquierda a derecha: J. Rausch, YC y Merlin Dunlop.

Autores de izquierda a derecha: J. Rausch, Merlin Dunlop y L. Howinson.

Trabajos del japonés Kiyori. La moneda es de 5 yen,
idéntica a la nuestra de 25 pts. En las 2 últimas botellas
ha insertado en la moneda una flecha de madera también imposible.

A modo de epílogo: Los detalles sobre la vida de Harry Eng son escasos, más aún en castellano, lo que provoca que difícilmente puedan ser contrastados. Fijaos la poca documentación que he sido capaz de localizar, que sólo he encontrado una foto de él, la que podéis ver al comienzo del post... Así que prefiero curarme en salud y pedir disculpas desde este momento, en previsión de que alguno de los datos publicados no sea todo lo correcto que a mí me hubiera gustado... Así que, si encontráis algún error que pueda ser subsanado, no dudéis en escribirlo en un comentario.

¡¡Advertencia!! ¡¡Peligro de spoiler!!

Si prefieres seguir sin saber cómo Harry Eng conseguía introducir en las botellas uno de sus objetos habituales, no sigas leyendo...

...

Ni mires las imágenes adjuntas...

...

Mejor, intenta primero imaginar las soluciones por ti mismo...

...

Ese es el espíritu que el artista quería transmitir con el término
THINK (piensa!), que aparece en varias de sus creaciones...

...

Supongo que si habéis llegado hasta aquí, es porque buscáis una respuesta que os aclare cómo es posible introducir ciertos objetos en una botella (o porque no conocéis el significado de
spoiler), cuando su tamaño es varias veces mayor que el de la boca por donde pretendemos que pase. Por supuesto, no tengo respuesta para la mayoría de ellos. Sólo puedo hablaros acerca del método que Harry Eng ideó y desarrolló para introducir monedas, evidentemente, cuando su diámetro es superior al de la boca de la botella... Lo encontré mediante books google, en uno de los capítulos del libro Puzzlers' tribute: a feast for the mind, por lo que la calidad de las imágenes no es excesivamente buena...

Como ya comenté, el
truco no tiene nada que ver con la botella. La solución, por tanto, hay que buscarla en la moneda, y sólo hay una forma de que una moneda pase por un agujero de menor tamaño que el suyo: doblándola, claro... Solamente lo necesario para que entre en la botella... Lo complicado será encontrar la manera de desdoblar la moneda una vez dentro. Para conseguirlo, Harry Eng encargó la fabricación de una pequeña prensa de tornillo, construida con acero de alta resistencia, capaz de transmitir la fuerza necesaria para aplanar la moneda, sin deformarse antes que ella.

El proceso es el siguiente: algunas piezas del mecanismo se introducen una a una en la botella. Se monta la prensa dentro del recipiente, mientras que el mecanismo que permite su manejo permanece en el exterior, conectado a las piezas interiores mediante una biela o varilla de conexión. Se coloca la moneda en el punto de la prensa donde se ejerce la presión, y en la posición adecuada. Una vez desdoblada, se vuelve a desmontar la prensa y se extraen sus piezas de la botella...

Las siguientes fotografías no contienen suficiente detalle como para construir la prensa a partir de las imágenes, pero resultan útiles para comprender el proceso. En la
Figura 1 aparecen las piezas del mecanismo que introduciremos en la botella. En la Figura 2, tenéis la prensa como debe quedar una vez montada dentro de la botella. Esto requerirá una considerable habilidad, paciencia y varias horas de práctica. Las dos barras inferiores de la Figura 2 deberán poder deslizarse libremente sobre los dos pernos laterales.

En la barra superior de la Figura 1, se observa un agujero central, por donde debe insertarse la biela, representada en la Figura 3.

En la Figura 4 aparecen las partes de la pieza que quedan fuera de la botella. El bloque rectangular tiene un agujero vertical que lo atraviesa. Por la parte superior recibe un perno enroscado, y por la inferior se conecta la biela, quedando ambas piezas conectadas dentro del cuerpo del bloque. Hacia la derecha del bloque sale otra pieza alargada, similar a la biela. Se trata de una manija que se enrosca en el agujero lateral del bloque. Una vez conectadas todas las piezas, la prensa debe tener el aspecto de la Figura 5.

Con grandes dosis de paciencia y una habilidad que imagino cercana a lo sobrehumano, tendremos que colocar la moneda doblada exactamente en la zona de la prensa que se muestra en la Figura 6. Una vez que hemos conseguido que la moneda se detenga en la posición adecuada entre las barras de la prensa, con una llave inglesa apretaremos el perno superior, mientras sujetamos la manija lateral con la otra mano, para así impedir que gire todo el cuerpo de la prensa al completo, transmitiendo la fuerza a través de la biela hacia las barras inferiores, que gracias a que deslizan libremente sobre los dos pernos laterales, procederán a juntarse sobre la moneda, consiguiendo aplanarla, tal y como se muestra en la Figura 7.

Conseguido el objetivo de devolver a la moneda su aspecto original, sólo nos queda proceder a desmontar la prensa y extraer, de nuevo una a una, sus piezas del interior.

Actualizo este final de post: la imagen siguiente es un detalle de una botella de Harry Eng que contiene monedas. Si lo miráis con atención, se aprecian claramente las líneas de doblado y desdoblado que acabamos de exponer. ¿O es que me lo parece a mí?



Fuentes: Jeffscanlan (en inglés), Azúcar y Sal, Puzzlemuseum, Books google (dos capítulos del libro Puzzlers' tribute: a feast for the mind, escrito por David Wolfe y Tom Rodgers, y publicado en 2002 por la editorial A K Peters, Ltd. En inglés), MadebyYC, Galleryimpossible (en japonés, aunque la propia página te ofrece la posibilidad de mostrarla traducida a varios idiomas, entre ellos, el castellano. Probadlo... ¡¡¡ya veréis qué risas!!) Impossibottle (esta y esta, todas ellas en inglés) y Everything (extenso artículo en inglés sobre Harry Eng).

12 comentarios

Jose Antonio dijo...

Todo un arte amigo.
Un abrazo.

Suso dijo...

Gracias, Senovilla...

La verdad es que en todos los sitios donde he encontrado información sobre Harry Eng, coinciden en señalarle como el MAESTRO de las botellas imposibles. En un sitio, incluso le califican de "leyenda". En otro, se refieren a él como "godfather", el "padrino", supongo que haciendo paralelismos con la trilogía de películas de Coppola...

Me impresionó sobre todo una respuesta que le da al autor del artículo que enlazo en las fuentes (extenso y en inglés): ningún objeto que le propusieran, se le resistió y quedó fuera de una botella. Aunque es cierto que algunos no lo intentó por irracionales (pone el ejemplo de introducir un piano en la botella...)

Le faltó el cubo de Rubik... y no lo tengo seguro, que sólo conozco el 1 ó 2% de su trabajo...

En fin, un artista que se fue demasiado pronto!!

Un saludo!!

chk dijo...

buen tema para la mañana del domingo.
estan locos, estos romanos

Andran dijo...

Hola soy el webmaster de Azúcar y Sal (www.sinestrellas.blogspot.com). He visto que en esta entrada me has enlazado. Me gustaría pedirte el favor que corrigieses el enlace ya que mi blog se llama Azúcar y Sal y tu lo has enlazado como sinestrellas.

Muchas gracias por todo.

Un saludo.

Suso dijo...

Hola Andran!!

Tienes toda la razón!!

No es la primera vez que me ocurre, y siempre ha sido por el mismo motivo que en tu caso: cuando no coinciden el título del blog con la dirección http. Tendría que fijarme un poco más... Lo lamento mucho, y queda corregido el desliz...

Un saludo y ya sabes dónde andamos...

Suso dijo...

No esperaba menos de ti, Cheka!! Unas palabras amables!! Muchas gracias, compañero!!

Resulta que después de currarme el post, me ha entrado el gusanillo en el cuerpo, y ya estoy estudiando cómo meter la baraja de cartas y, buscando, he encontrado un tutorial en youtube donde, ni bien, ni mal, sino todo lo contrario, explican cómo meter el cubo de Rubik 3x3 en la botella!!

Adjuntaré fotos si, un otoño de estos, lo consigo...

Un abrazo!!

emejota dijo...

He disfrutado mucho con tu post. Con respecto a semejante habilidad, lo dejo para los pacientes, que yo nunca lo fui, salvo que necesitara resolver alguna cuestión por motivos exclusivamente egoistas y personales. Ahora ya es un poquito tarde, y no me importa, que para esto tengo a mis chicos listos de los blogs...para compensar mi deficit y agradecer a la vida la diversidad positiva. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Todo un artista Harry Eng y has contado muy bien su historia.
De nuevo, gracias por tus coscorrones Suso.

http://chuenga.net/story.php?id=15034

Fernando da Casa dijo...

Excelente Post.

Grandísima prueba de que no hay nada imposible.

Enhorabuena, y paciencia con el cubo... ¡Si estás tan loco como para intentarlo!

Suso dijo...

Hola emejota!!

De nuevo, muchas gracias por tu comentario y por tus palabras...

Y que conste que los motivos personales no tienen porqué ser egoístas...

Un grandísimo abrazo!!

Suso dijo...

Hola, Necronomicón!!

Gracias a ti por el comentario y por el meneo en Chuenga!! Me he dado cuenta hoy, pero seguro que me ha aportado más de una visita al blog...

Un abrazo!!

Suso dijo...

Hola Fernando!!

Efectivamente, el concepto de imposible, para mí, ha quedado demostrado que tiene mucho de subjetivo...

Y ya sabes que sí he estado tan loco como para intentarlo... y conseguirlo!!

Un abrazo!!

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