El propio Keogh declaró que su intención era dejar en evidencia los agujeros de dicha ley (una especie de sistema de "patentes rápidas") en vigor desde el mes mayo de ese año, ya que permite registrar patentes sin que exista un seguimiento y posterior supervisión por parte de algún especialista en la materia. En sus propias palabras "lo único que está haciendo la oficina de patentes es ponerle un sello de aprobación a cualquier cosa". Por suerte, este tipo de patentes absurdas son invalidadas a la primera demanda.
Fuente: BBC
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