sábado, 21 de marzo de 2009

ALEJANDRO FINISTERRE, INVENTOR DEL FUTBOLÍN

Alejandro Finisterre es el seudónimo de Alejandro Campos Ramírez, nacido en 1919 en Finisterre (La Coruña) y fallecido en Zamora el 9 de febrero de 2007. Pasará a la historia por ser el inventor del futbolín, aunque él hubiera preferido que se le recordara más por ser el hombre que dio su vida para que la gente no se olvidara de su amigo León Felipe, el poeta zamorano que murió en el exilio, en México. En noviembre de 1936 un bombardeo sobre Madrid le dejó sepultado. Las heridas sufridas le mantuvieron en cama en el hospital de la Colonia Puig de Montserrat, en Valencia, cavilando, hasta que dio con la fórmula para que los chicos jugaran al fútbol de pequeño formato, como jugaban al tenis de mesa. No fue ese el único invento fruto de su ingenio: ya había ideado un pasa-hojas mecánico, un artilugio que consistía en unas pinzas móviles accionadas mediante un pedal de pie, con el que una enfermera del centro que daba recitales de piano podía pasar las hojas de su partitura sin ayuda.

Con la colaboración de Francisco Javier Altuna, un carpintero vasco con el que Finisterre había creado el pasa-hojas mecánico, creó el primer futbolín de la historia. En boca del mismo Alejandro "poco antes de la Navidad de 1936 compré en Barcelona unas barras, y un carpintero vasco, Francisco Javier Altuna, también refugiado, me hizo la mesa y torneó las figuritas".

Haciendo caso a la recomendación de Joan Busquets, un anarquista de Monistrol, líder de la CNT y FAI, patentó ambos inventos en Barcelona en enero de 1937. Debido al triunfo del franquismo en la guerra, se exilió a Francia cruzando a pie los Pirineos, provisto únicamente de dos obras de teatro, una lata de sardinas y ambas patentes. Desgraciadamente, le coge una tremenda lluvia que empapa su ligero equipaje y deja inservibles los papeles de la patente. Según Margarita Arroyo, biógrafa de León Felipe que llegó a tratar a Finisterrre, en el viaje perdió también el manuscrito de una novela de la que estaba muy satisfecho.

Ya en París, en 1948, se enteró de que un antiguo compañero de hospital, Magí Muntaner del POUM, había patentado el futbolín. Éste aseguró que le había escrito una carta explicándoselo, la cual Alejandro nunca llegó a recibir. Finisterre entonces se dirigió a la empresa francesa Marée que estaba fabricando el juguete y reclamó su derecho de patente. Con el dinero que le dieron y el que se sacó con su pasa-hojas consiguió reunir suficiente para emigrar a Ecuador. En 1952, se trasladó al Cabo de Santa María en Guatemala, donde mejoró su futbolín y empezó a fabricarlos, haciendo un buen negocio. Tras el golpe de estado del coronel Carlos Castillo Armas en 1954, fue detenido por sus ideales izquierdistas y enviado en un avión a Panamá, conducido por agentes franquistas que pensaban llevarlo luego a Madrid. Pero durante el trayecto, Alejandro amenazó al piloto con hacer estallar una bomba simulada con jabón envuelto en papel de plata, si no ponía rumbo a México en vez de a España. El piloto accedió y lo llevo a México. Este fue uno de los primeros actos de piratería aérea de la historia.

Alejandro Finisterre regresó a España durante los años de la transición. Para entonces, el futbolín ya estaba totalmente extendido, aunque era bastante diferente al prototipo de la Colonia Puig. Los jugadores de madera y la bola de corcho aglomerado habían dado paso a los nuevos jugadores de plomo y la pelota de marmolina, ganando el juego en potencia respecto al diseño primitivo, que a Finisterre nunca entusiasmó. Bep Moll de la Fuente, cineasta menorquín aficionado al futbolín, ha dirigido el documental Tras el futbolín, de Tratart Produccions. En este enlace de youtube podréis encontrar un vídeo resumen de algo más de 8 minutos, aunque no os costará encontrarlo en las redes P2P.

Sirva este post como homenaje a una mente privilegiada, capaz de coger una idea genial y darle forma hasta transformarla en un juguete universal, que tantos buenos ratos me ha hecho pasar y que tantos recuerdos ha fijado en mi memoria desde que tuve edad y altura para alcanzar a ver el tablero.

Actualización:


Me encuentro con este modelo de futbolín en el siempre recomendable blog No puedo creer que lo hayan inventado. La actualización del post se debe a que, como podéis ver en la imagen, un equipo alinea a los "buenos" y otro a los "malvados". No he podido evitarlo...

En el equipo malvado: Vlad el Empalador, Lucifer, Caligula, Hyde, Pol Pot, Hitler, Amin, Jack el Destripador, Rosa Klebb, Lady Macbeth y The Child Catcher. El equipo bueno alinea a Santa Claus, Sir Thomas More, Bobby Moore, Jekyll, Christopher Robin, Assisi, Flash Gordon, Madre Teresa, Dios, Gandhi y Mary Poppin. No es por nada, pero los buenos, con la Madre Teresa, Santa Claus y Gandhi en su alineación, no tienen nada que hacer...

Fuentes: wikipedia, historiantes, elmundo, youtube, elpais y nopuedocreer.

5 comentarios

Anónimo dijo...

Es casualidad que parezca un Madrid-Liverpool ? :)

Suso dijo...

Hola Moisés.
Ni me había dado cuenta... Y los buenos son el Madrid, no? ;)

Anónimo dijo...

Qué buenos ratos me he tirado jugando al futbolín, aunque quede feo el decirlo, todo un maestro...

Y la de birrax que me habré trasegado a cuenta del contrario. :D ¡Saludos!

Suso dijo...

Bueno Max, no dudo de tu maestría al futbolín, pero viviendo en Madrid seguramente sea con el de tacos. En el sur, el habitual es el de pies, y con ese amigo mío, con ese ya veríamos quién se bebe las birrax gratix!!
Un saludo!!!

Anónimo dijo...

COMO ME GUSTA JUGAR AL FUTBOLÍN... K GRAN INVENTO..


AKIIIIIIIIIIIIIIIIIII

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