Lo reconozco. A pesar de haber vivido más de 10 años en Granada, mis conocimientos sobre el arte islámico, han sido y, en gran medida, siguen siendo limitados. Como muchos de vosotros, había estudiado que el Corán prohibe el arte figurativo, es decir la representación de imágenes reconocibles, tanto de humanos como de animales y, muy especialmente, de Alá, su Dios. Pues bien, con el tiempo he ido comprobando que dicha prohibición no debía ser tan absoluta como yo creía, y si no, ¿cómo explicar las siguientes fotografías tomadas en la Sala de los Reyes de la Alhambra? (Para verlas con mayor detalle, clica sobre la imagen elegida)
Corresponden a tres bóvedas de la citada sala. La primera y la tercera foto son las bóvedas laterales, y representan escenas secuenciales de un relato novelesco medieval, en el que unos caballeros, claramente identificados por sus ropas musulmanas y cristianas, realizan diversas pruebas para obtener los favores de una dama. La segunda imagen
corresponde a la bóveda central, y es la que da nombre a la Sala de los Reyes,
precisamente por los diez personajes enigmáticos que aparecen dibujados, y que se cree que son los diez primeros reyes de la dinastía nazarí.
Las dos fotos inferiores son detalles de la bóveda central, pero podéis encontrar muchas más en
este enlace.
Entonces, ¿está prohibida o no la representación figurativa en el Islam? Pues por lo que he podido estudiar preparando este post, yo os diría que no. En el Corán, la creación de imágenes le es atribuida a Dios, y por ello muchos ortodoxos han pretendido que la actividad artística figurativa entra en competición con Dios. Otro pasaje (Corán, 5, 90) aconseja
evitar (no prohíbe explícitamente) los ídolos y las esculturas, pero son referencias escurridizas y expuestas a interpretaciones, especialmente si trabajamos con traducciones. No obstante, nunca se representa figurativamente a Dios, así como tampoco se da el arte figurativo en los espacios sagrados (las mezquitas). Otra muestra es la imagen inferior, donde se reproduce una imagen de Mahoma devolviendo la Piedra Negra al interior de Ka'ba.
Dos conclusiones. La primera sería que, durante los siglos de apogeo de la cultura islámica, el arte "
civil" debió irse contagiando de la prohibición de representaciones en lugares sagrados, quizá ayudado por las presiones de grupos religiosos ortodoxos, por lo que aquéllas son escasas y sus hallazgos pueden considerarse como excepcionales. La segunda apunta a que, ante la imposibilidad de desarrollar el arte figurativo, los artistas elevaron la decoración basada en motivos geométricos a la categoría de sublime por la perfección de las formas, la simplicidad y la sobriedad del conjunto arquitectónico.
Fuentes: mailxmail, oronoz, wikipedia y Patronato de la Alhambra.