Ayer, en las noticias de un canal de televsión nacional, aprovecharon que llega la época de abrir las piscinas municipales y de las comunidades de vecinos (de los afortunados que cuenten con ese lujo) para emitir un reportaje sobre el mantenimiento básico que los cuidadores deben tener en cuenta, haciendo hincapié en los niveles óptimos de cloro que debe contener el agua. Perfecto. Cuantos más datos se aporten y más conocimiento tengamos acerca del hipoclorito sódico, más prevenidos estaremos en caso de sufrir una leve intoxicación (demasiado cloro para el volumen de agua del vaso), o tendremos una explicación racional para el tono verdoso que tiene el agua esta mañana (poco cloro para el volumen de agua de la piscina).
Lo que me pareció bastante frívolo fue la finalización del reportaje, momento en el que aprovecharon para incluir el famosísimo vídeo de la "socorrista tóxica". Para quien no conozca su historia, esta chica fue contratada como socorrista en la piscina de una comunidad de vecinos de San Sebastián de los Reyes. Según he podido deducir de sus declaraciones, el pasado mes de agosto de 2008, mientras se disponía a realizar las tareas de mantenimiento de la piscina, mezcló ácido clorhídrico con hipoclorito sódico. O sea, agua fuerte con lejía, una peligrosa combinación por la emisión de gas cloro que se produce, altamente tóxico, y ante lo que yo pensaba que todo el mundo estaba advertido. Consecuencia del descuido: evacuación de los vecinos de 7 bloques de viviendas debido a la nube tóxica que provocó y varios heridos leves. Mejor que lo cuente ella:
Lo que ocurrió es que la chica fue contratada por la comunidad de vecinos en calidad de socorrista. Se le sugirió que, si no era mucha molestia, podría encargarse también de las tareas de mantenimiento de la piscina, cargo para el que claramente no estaba cualificada, y que debe ocupar personal de mantenimiento homologado, salario que la comunidad de propietarios pretendía ahorrarse.
Lo que me indigna es que el vídeo se haya convertido en una referencia obligada en los medios cuando se habla de errores profesionales o de responsables de sucesos "simpáticos" (o sea, sin fallecidos). La chica demostró un valor que no suele verse muy a menudo. Para empezar, aceptó responder a las preguntas que le formuló el periodista, dio su versión de lo sucedido, reconoció su responsabilidad como "autora material", lamentó que algunos vecinos no pudiesen acudir al trabajo por la evacuación de los edificios, y finalizó pidiendo disculpas a los vecinos por las molestias del incidente. En ningún momento sugirió que no había recibido una formación básica en depuración de piscinas o elementos químicos, ni culpabilizó al presidente o al administrador de la comunidad de vecinos por ser nombrarla encargada de una tarea delicada, para la que no tenía porqué estar preparada.
Para mí, su actitud es un ejercicio de responsabilidad ejemplar, que debería ser el modelo en el que se miraran tantos personajes públicos, cuya mayor preocupación es la búsqueda de un "cabeza de turco" al que poder endosar las consecuencias de su ineficacia, su ignorancia, su avaricia... mientras aparecen en la televisión con su sonrisa de candidato y la fingida preocupación, presentándose a sí mismos como víctimas inocentes de oscuras tramas ajenas a su cargo, reconociéndose, eso sí, como culpables de no haber sabido elegir bien a los consejeros, secretarios o asesores, los verdaderos responsables de lo sucedido.
Socorrista tóxica: para mí, tú eres un modelo de persona adulta, porque superar la edad juvenil exige que en ocasiones debamos responder de nuestros actos en solitario, sin la tranquilizadora y protectora presencia de mamá o papá, y asumir que tendremos que enfrentarnos a las consecuencias nosotros solos. Esconder la cabeza, salir huyendo, responsabilizar a otro no es adulto, es cobarde, y tú eres una valiente. Menos risas, señores de los medios de comunicación.
Fuente: youtube.