martes, 5 de mayo de 2009

Pero... ¿algo nos diferencia del resto de animales?

Cuando me decidí a publicar esta entrada, ni siquiera tenía claro cuál sería la respuesta más acertada, porque diferencias entre los humanos y el resto de los animales no hace falta pensar mucho para ver que hay muchas. Aunque yo soy de la opinión de que, sobre todo, lo que tenemos son semejanzas, que por algo seguimos siendo animales... Evidentemente, el grado de complejidad de unos y otros comportamientos es una diferencia sustancial, pero no pretendo focalizar la respuesta hacia ese punto, y me explico: Pensemos en el lenguaje. No es una característica que nos distinga, ya que todos los animales (al menos la mayoría) se comunican con individuos de su misma especie. Los humanos, por supuesto, hemos desarrollado una comunicación infinitamente más compleja. A eso me refiero con grado de complejidad, a la increíble diferencia entre nuestra forma de comunicarnos, su riqueza, su variedad, y la de la mayoría de los animales (me permito elevar un punto por encima a los delfines). Y al igual que con el lenguaje, sucede con el resto de comportamientos, que ganamos por goleada...

Pero lo que pretendo razonar es si hay algo que nos diferencie absolutamente, alguna actitud de la que carezcan todas las especies animales conocidas. He de reconocer que las primeras respuestas que se me vinieron a la cabeza fueron bastante negativas: ningún animal acapara, ninguno destruye su entorno, solamente lo modifica si necesita alimentarse, reproducirse o sobrevivir, y desde luego nunca de forma irreversible. Ninguno mata a otro animal, de su especie o de otra distinta, por gusto, y mucho menos lo tortura (y lo etiqueta de espectáculo). Tampoco ninguna especie se ha inventado una divinidad para dar respuesta a sus preguntas más trascendentes, ni hipoteca su futuro ni el de sus cachorros con una irracional destrucción de su guarida. En fin, que no cuesta trabajo enumerar algunas de las grandes miserias del Homo Sapiens, así que descartemos nuestros aspectos más autodestructivos (que lamentablemente también nos convierten en únicos), y pensemos qué cualidad, que además podamos calificar como positiva, puede tener nuestra especie en exclusiva.

El uso de herramientas es lo siguiente que se me ocurre. Hemos llegado a construir algunas realmente asombrosas por su complejidad y su ingenio. Pero, como ya imaginaréis, no somos los únicos. En el siguiente vídeo (0:32 minutos), un chimpancé (aunque ponga gorila en su título, no puedo estar de acuerdo) emplea dos piedras para abrir un fruto, una hace de yunque y otra de martillo. Nuevamente, el grado de complejidad que existe entre dos piedras y una polea, por ejemplo, es evidente.



También muchas variedades de pájaros construyen sus nidos con ramitas, es decir, se aprovechan de objetos externos a ellos mismos (es decir, sin tener en cuenta sus picos, las uñas especializadas de algunos mamíferos, su veneno...), que encuentran en su entorno, lo que para mí es una definición bastante acertada de "herramienta". Por lo tanto, opino que tampoco el uso de herramientas nos hace únicos.

Un paso hacia delante me lleva hasta la capacidad que tenemos para resolver problemas, simples o complejos, de elegir entre varias opciones, de poder anticiparnos y predecir el resultado... Sirva como ejemplo el siguiente vídeo, donde un pulpo es capaz de encontrar la solución a tres problemas. Son 5:48 minutos, con las explicaciones en castellano. No dejéis de ver sobre todo el primer test, en el que el pulpo desenrosca la tapa de un tarro de cristal para obtener el alimento... Increíble.



La "consciencia del yo" que poseemos los humanos no encuentro forma de plasmarla en vídeo. Pero sí me atrevo a afirmar que no somos la única especie que "sabe" que existe. Para apoyar esta afirmación, ningún ejemplo se me antoja mejor que el elefante. Lo vi en un documental de televisión, pero no he encontrado el vídeo: Uno de los individuos de la manada muere, y varios de sus compañeros, imagino que los familiares cercanos, muestran un comportamiento que sólo puedo definir como una despedida, un llanto de tristeza junto al compañero caído, consecuencia de saber exactamente lo que le ha sucedido: ha muerto, ha dejado de tener vida. Si esto es así, si saben distinguir entre estado de vida y estado de muerte, también deben tener consciencia de su propia vida, de su propia existencia. Seguramente este sea el punto más discutible de todos, así que espero leer vuestros desacuerdos y las razones que os llevan a tenerlos...

Todas las anteriores divagaciones, con las que estaréis de acuerdo o frontalmente en contra, desembocan en este punto. ¿Qué nos hace absolutamente diferente del resto de los animales? Para mí, la respuesta más acertada es: el arte. Me refiero a la expresión artística de los humanos, entendida sobre todo como una tarea innecesaria en sí misma, es decir, que no persigue satisfacer ninguna necesidad primaria (las ya mencionadas alimentarse, reproducirse o sobrevivir). Creamos belleza en forma de cuadros, esculturas, obras literarias, arquitectura, música, etc, sin otra meta que... ¡¡¡crear belleza!!! Intentando ser imparcial, os diré que existe un pájaro australiano llamado "pergolero satinado" o "ave de emparrado", que construye estructuras complejas donde el macho coloca objetos que colecciona, como conchas de caracoles, hojas, flores, piedras, incluso botines obtenidos de saquear campamentos humanos, tal y como podéis ver en el siguiente vídeo (1:42 minutos, en inglés, aunque, como siempre, no es lo más importante entender lo que dicen, sino las imágenes).



El ave se pasa horas escogiendo y colocando sus colecciones, con cada objeto en su lugar específico. No se le puede negar un cierto sentido artístico, porque incluso si un objeto es movido mientras el ave no está, él vuelve a ponerlo en su lugar, lo cual me da a entender que tiene una idea clara de cuál es la mejor manera de exponer su colección. Pero hay una diferencia fundamental respecto a los humanos, y es que este "pasillo de seducción" se realiza con una finalidad: conquistar a la hembra, perpetuar su especie. Yo me refiero al arte que no sirve para nada productivo, el que sólo responde a la necesidad del artista de vomitar su alma, de contarnos sus inquietudes, de mostrarnos sus deseos, de compartir sus sueños...

Este post va dedicado a todos esos artistas íntegros que no buscan enriquecerse, sino expresarse. Y por supuesto a todos vosotros cuando os comportáis así, como altruistas de la belleza, y compartís vuestro arte a través de un blog, de la música, de la fotografía o de cualquier disciplina que se os dé bien. O mal, no importa... Lo realmente importante de una obra será lo que cuente sobre vosotros...

Fuentes: youtube 1, 2 y 3.

13 comentarios

fermin dijo...

Una reflexión interesante e instructiva, apoyada con argumentos difícilmente discutibles. Estoy en total acuerdo con ella.
Saludos.
Seguimos teniendo pendiente un café a tres.

Suso dijo...

No te imaginas lo que me alegra verte de nuevo por aquí, Fermín. Por supuesto que tenemos pendiente un café a tres, aunque si no recuerdo mal, tendremos que ir nosotros a Valls, verdad?
Aparte, interesante e instructiva son características que tú mismo acabas de otorgarle al post, y podrán sumársele otras nuevas, pero esas ya no se pierden. Así que sólo puedo agradecer tus palabras.
Respecto a si lo que planteo es o no discutible, paradójicamente sí te lo discuto. Algunas premisas necesitarán vuestros matices. Otras directamente son más que cuestionables (sobre todo la de la "consciencia del yo"). Pero el objetivo es aportar nuevos puntos de vista, por si alguien no se había parado a ver las cosas con el prisma que os propongo, que se enriquezca (y egoístamente, yo también con vuestros comentarios...)
Yo pago los cafés. Max las copas de después... Tú seleccionarás el local, no?
Un racional abrazo

Ana Peinado dijo...

Hola Suso.
Desde el punto de vista de la psicología hay una circunstancia que nos diferencia de los animales, y es la capacidad de estresarnos ante hechos que no vemos. Por ejemplo, para que una cebra se estrese tiene que ver a la leona o escucharla, nosotros los humanos somos capaces de estresarnos simplemente por el hecho de pensar que nos puede ir mal, que nos pueden echar del trabajo, o ser abandonados por la pareja. Aquí defino el estrés cómo una respuesta emocional a una situación. Es decir, los humanos somos los únicos animales que nos "inventamos" (en el mejor término) nuestras emociones. Porque todos "flipamos" ¿verdad? (para lo bueno y para lo malo).

Pd. pasate por donde tu ya sabes y nos tomamos un cafetito. Se te echa de menos

Suso dijo...

Joder, Ana, no me había parado a pensar que mi seguidora llamada Ana Peinado, era realmente... Ana Peinado ;D
Me alegro mucho de verte por aquí, de tenerte como compañera de viaje y, sobre todo, de que te animes a comentar... Anoto tu sugerencia y la sumo a las ideas que propongo en el post, aportando matices que consiguen enriquecer la entrada. Pero se me ocurre un argumento para no darte (completamente) la razón: si tomamos el estrés cómo una respuesta emocional a una situación, ¿porqué no tomar los celos de la misma forma? Porque se parecen bastante al estrés: los celos se entienden como respuesta emocional frente a una situación, a menudo, ficticia. En esa misma línea, seguro que encontramos más ejemplos de EMOCIONES. Y esa es la palabra clave. Desamor, egoísmo, desamparo, envidia... muchas de estas emociones seguramente no puedan ser sentidas por casi ningún animal. La diferencia entre el hombre y tu cebra está en nuestra capacidad de anticipación, que menciono de paso en elpost (párrafo de "solución de problemas"). ¿Te atreves a asegurar que ningún animal es capaz de anticiparse al ataque de un depredador antes incluso de olerlo o de verlo? ¿Y si ha aprendido a interpretar otro tipo de señales como una amenaza? Puede que haya sido testigo de más ataques y sea capaz de anticiparse, ponerse en guardia, iniciar la huida y, por supuesto, sentir estrés...
En fin, para que sigamos dándole vueltas al asunto...
Cualquier día de estos me presento donde tú sabes, y nos tomamos ese cafetito hasta que me eches de más...
Un besazo, primor!!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con tu reflexión final. Nunca me lo había planteado pero tienes mucha razón. El arte nos hace únicos.

Sin embargo no comparto una de las miserias. Si hablas de chimpances, por ejemplo, también tienen guerras, disputas familiares, etc, etc, etc.

El hecho de que nosotros modifiquemos nuestro entorno es, como en el caso del lenguaje, por nuestra mayor capacidad para ello. Si alguna otra especie hubiese llegado al mismo nivel evolutivo que nosotros no creo que lo hubiese hecho muy diferente. Pero para eso tendremos que contentarnos con intentar ver vida fuera de nuestro planeta a ver cómo les ha ido a ellos :)

Ala, te dejo que voy a currar un ratico :)

Suso dijo...

Hola Moisés. Te estaba esperando. Cuando faltáis los habituales, las entradas quedan como incompletas, lo cual se confirma al leer tu comentario y obtener este nuevo aporte. A ver, los chimpancés también tienen guerras, disputas familiares, etc. De acuerdísimo. Un joven león macho, que se hizo jefe de una manada en el Serengheti derrotando al macho que ocupaba esa posición, buscó, persiguió y mató a todos los cachorros, hijos del antiguo jefe derrotado, con el fin de que las hembras se aparearan con él lo antes posible. Un hamster hembra que tenía un conocido dio a luz 5 ó 6 ratoncillos horrorosos, y como mi amigo era muy dejado para cuidar al bicho, en el momento que el hambre apretó un poco, la hembra se comió a sus propios hijos!! Será por miserias, eh? Pero es que las del hombre, precisamente por poseer esa mayor capacidad que tú mencionas, abarca todos los rangos de miserias: desde las que suponen simples agresiones, hasta el genocidio de millones de personas... O sea, eso nos diferencia de los animales sólo en lo que yo he llamado grado de complejidad.
Pero como tenemos la capacidad de hacerlo todo a lo grande, en lugar de construir una presa de madera como los castores (con el objetivo de crearse un hábitat), construimos la Edgar Allan Hoover y nos inventamos Las Vegas, monumento al derroche de agua EN MITAD DE UN DESIERTO. La fina capa que rodea nuestro planeta y que llamamos atmósfera, hasta hoy, el único lugar del Universo donde los humanos podrían sobrevivir, no lo olvidemos, está sufriendo una agresión permanente y progresiva desde el inicio de la revolución industrial. Concretamente, los últimos años del siglo XX y los que llevamos del XXI estamos comprobando cómo esa delicada capa de aire que viaja pegada a nuestra roca ya no es capaz de regenerarse, hems pasado su punto crítico, y responde con señales claras como el calentamiento global y, en menor medida, el agujero de la capa de ozono. Los responsables industriales y políticos de este peligroso situación conocen el problema... pero, ¿le ponen remedio? ¿proponen alguna solución? Por lo que yo veo, sólo algún parche, y soy muy generoso. Manda la economía, y el futuro de nuestros cachorros está siendo hipotecado por nuestro sistema productivo. ¿Somos o no una especie miserable como ninguna otra?
Ah! No vale decir que, si otra especie hubiera alcanzado nuestro nivel evolutivo, estaría cometiendo los mismos errores. Si yo dijera que esa otra especie haría las cosas mejor que la nuestra, también tú tendrías que aceptar mi planteamiento... No ha sucedido, no existe esa otra especie, todo lo que podemos hacer es elucubrar sobre ello...
Un saludo, Moi...

Moisés P. dijo...

Hola Suso,, muy interesante esta entrada. Respecto a la capacidad de los humanos de utilizar herramientas a diferencia de los chimpancés, ha venido marcada a lo largo de la evolución por el desarrollo de determinadas áreas corticales que no se localizan en ese grupo animal (ni en otros).
El video del pulpo magnífico¡¡
saludos

Suso dijo...

Hola Moisés. Gracias por tus palabras. Ese es siempre uno de los objetivos de los post, que os parezcan intresantes.
No sé a qué te dedicas, pero tu apunte sobre las zonas del cerebro implicadas en el uso de las herramientas, parecen dichas por un científico del CSID!!
Pero, pero, pero... te pediría que te releyeras la entrada, al menos los párrafos en los que hablo del uso de herramientas... y luego me cuentas ;)
Un saludo!!

Bayo dijo...

Hola:

Me gusto mucho tu reflexión, Suso. Te felicito.

Yo quiero agregar lo siguiente. Pienso que los seres humanos, a diferencia de las demás especies, tienen la capacidad de razonar y, por lo tanto, de crear (lazos, reglas, principios, "belleza", etc.).

¿Y cómo puedo yo determinar que las demás especies no razonan? Por un hecho muy simple. Las demás especies están definidas por la evolución, es decir, todos sus actos tienen como único objetivo el de transmitir sus genes, lo que trae como consecuencia, por ejemplo, que dejen morir a los enfermos, viejos y débiles. El ser humano, aunque no lo haga bien o sus creencias sean muy dañinas, siempre su intención es la de ayudar y proteger a los más desgraciados de su especie.

Saludos.

Bayo

Jose Antonio dijo...

Unos estupendos vídeos que te hacen meditar mucho sobre el mundo animal.

Saludos Cordiales.

Suso dijo...

Hola Bayo.
Interesante reflexión, aunque no la comparto totalmente. Los humanos sienten la muerte y el dolor de sus seres más cercanos y desde siempre han intentado mitigar ese sentimiento. Una de las formas ha sido preventiva en forma de "medicina", retrasando el inevitable desenlace lo más posible. La otra manera consistió en inventar una vida tras la muerte que calme el dolor de la pérdida: la promesa de la vida eterna y los paraísos religiosos.
Pero no todos se comportan así, protegiendo a los más desfavorecidos. Es peor: los humanos matan humanos por motivos triviales, entre los que se me ocurren los celos, el orgullo, la envidia... y esa postura es muy poco racional. Por eso no defino nuestra especie en ningún momento de la entrada, como "animal racional", porque no creo que lo seamos, al menos, no siempre lo demostramos...
Aparte te diré que el hecho de que se deje morir a enfermos, viejos y débiles, aunque suene cruel, es un proceso VITAL en la selección natural que ha conseguidos que tú y yo estemos aquí, ya que impide que esos individuos transmitan su carga genética. La superviviencia no entiende de sentimientos, eh?
Un saludo!!

Suso dijo...

Hola Senovilla.
Pues te diré que me costó más encontrar alguno de los vídeos, que redactar la entrada... El del "pergolero satinado" lo había visto en algún documental de la tele, pero sólo recordaba que era australiano, así que hubo que hacer tarea de investigación... Y el del pulpo fue casual. Realmente buscaba otro y me topé con él, que me pareció mucho más interesante...
Un saludo.

Anónimo dijo...

buenas .
en primer lugar decirte que me he dado cuenta del tiempo que llevaba sin pensar en otra cosa que no fuera el batallar diario,asi que gracias por el coscorron.
ahora,al lio.
la especie humana solo es un experimento mas de la evolucion,sin ninguna meta predeterminada ,salvo la supervivencia,pero al ser debiles y vulnerables ,por no ser diseñados para un medioambiente determinado desarrollamos una caracteristica,la inteligencia,que junto con el resto de elementos nos hicieron capaces de vivir en todos los espacios del planeta .No debemos creernos,seres "divinos"con una mision predeterminada.
respecto al arte,creo que cubre la cuarta necesidad basica,comunicar,somos animales sociales,y pienso, que en un principiomientras que lentamente a lo largo del tiempo se creaba una lengua,lo mas rapido y facil ademas de sonidos y gestos(limitados) para comunicarse,serian los dibujos,"arte prehistorico",germen de todo el arte posterior y quizas el unico que no se ha podido manipular por politica.
¿seremos capaces de bajarnos del pedestal sobre el que nos han subido siglos de cultura judeocristiana y dar por terminado el debate entre creacionismo y evolucionismo ,que me parece, anda sumergido tras tu pregunta?.
un saludo

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