En 2.001, un abogado de nombre John Keogh quiso llamar la atención sobre la nueva ley de propiedad intelectual que había entrado en vigor en Australia patentando la rueda (pdf en inglés), o, como consta en la solicitud, dispositivo circular para facilitar el transporte. Según la citada ley, el único requisito para conseguir una patente es demostrar que se tiene entre manos una "innovación", no necesariamente una "invención", y se promulgó en respuesta a las voces que decían que era demasiado costoso obtener una patente.
El propio Keogh declaró que su intención era dejar en evidencia los agujeros de dicha ley (una especie de sistema de "patentes rápidas") en vigor desde el mes mayo de ese año, ya que permite registrar patentes sin que exista un seguimiento y posterior supervisión por parte de algún especialista en la materia. En sus propias palabras "lo único que está haciendo la oficina de patentes es ponerle un sello de aprobación a cualquier cosa". Por suerte, este tipo de patentes absurdas son invalidadas a la primera demanda.
El propio Keogh declaró que su intención era dejar en evidencia los agujeros de dicha ley (una especie de sistema de "patentes rápidas") en vigor desde el mes mayo de ese año, ya que permite registrar patentes sin que exista un seguimiento y posterior supervisión por parte de algún especialista en la materia. En sus propias palabras "lo único que está haciendo la oficina de patentes es ponerle un sello de aprobación a cualquier cosa". Por suerte, este tipo de patentes absurdas son invalidadas a la primera demanda.
Fuente: BBC
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